Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 6 de julio de 2014

Quien parte reparte...


DE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO.

La SOCIEDAD CIVIL está gobernada por el APARATO DEL ESTADO que, más o menos, está sujeto a una estructura compuesta por los siguientes elementos:

PARTIDOS POLÍTICOS, que son entidades privadas que están compuestos por AFILIADOS. Que son individuos que aceptan voluntariamente una ideología y unas reglas. Y que INGRESAN tras superar un proceso restrictivo de admisión.

De los partidos políticos salen CANDIDATOS  para las ELECCIONES que de serles favorables devienen en servidores públicos temporales, llamados AUTORIDADES POLÍTICAS.

Ergo EL GOBIERNO, QUE ES PÚBLICO, VIENE DETERMINADO POR UNOS ORGANISMOS QUE SON PRIVADOS.

Los servidores públicos, por su parte, son, además de las mencionados autoridades políticas, los que han sido reclutados por el estado mediante CONCURSOS PÚBLICOS. Son los FUNCIONARIOS. Que pueden ejercer sus funciones durante toda su vida laboral, desarrollando una carrera profesional, por lo que se les llama FUNCIONARIOS DE CARRERA. Además de esto hay EMPLEADOS PÚBLICOS que son interinos. Con contratos limitados en el tiempo que pueden renovarse.

Las autoridades políticas, investidas de la autoridad que les confiere el PUEBLO SOBERANO mediante las elecciones, MANDAN sobre funcionarios y empleados públicos.

Además del APARATO DEL ESTADO gravita sobre la SOCIEDAD CIVIL el APARATO RELIGIOSO, que tiene su estructura jerárquica. Y en los estados que, como el nuestro, no son TEOCRÁTICOS, existe la SEPARACIÓN DE IGLESIA Y ESTADO. De modo que el plano religioso afecta de modo privado y particular a los creyentes y no al conjunto del estado.

Todo esto es, digamos, lo que tendría que ser. Pero no es siempre lo que es.

Porque frecuentemente los partidos políticos, que son privados, intervienen directamente en la cosa pública. Las autoridades política se ponen en el lugar de los funcionarios públicos ejerciendo sus funciones, y a veces se aprovechan de su situación de poder para pasar a ser funcionarios vitalicios. Colocan militantes en el lugar de los empleados públicos interinos. O reclutan ASESORES correligionarios que hacen el trabajo de funcionarios e interinos, a los que dejan sin funciones aumentando el gasto indebidamente. O legislan y promueven normas en favor de ellos mismos.

Por otra parte funcionarios públicos, como, por ejemplo, jueces y militares  asumen abusivamente funciones propias de los políticos.

Y desde luego no siempre se respeta la separación iglesia y estado.


De ahí el creciente desprestigio de nuestros gobernantes. Auténticos "antisistema" que favorecen que la excepción sea la regla.


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