Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

jueves, 17 de octubre de 2013

Estamos en un atolladero.


EL "PEGAMENTO" NACIONAL.

Este tema del referéndum catalán es cosa del futuro porque ni pertenece al presente la celebración del referéndum ni mucho menos la independencia de esa región española. 

Lo que pertenece al presente es el mal rollo, la inquietud, la incertidumbre, el deseo expreso de unos catalanes a ser independientes y la duda respecto al deseo de los silenciosos, si serán mayoría o minoría.

Cataluña, hoy por hoy, es una región española, una de la 17 comunidades autónomas que, todas juntas conforman España. Pero ninguna de ella es España a la que están unidas todas las demás. De modo que si Cataluña y luego todas las demás se separaran   España desaparecería, como ha desaparecido Yugoslavia tras su desintegración en Servia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, etc.

España es el resultado de estar "pegadas" 17 regiones. Ergo es importante saber ¿cuál es la naturaleza del "pegamento"? es decir ¿cuál es la legitimadad de España?

Los partidarios del referéndum, los independentista y los que no lo son, lo tienen claro: el "pegamento" tiene que ser la voluntad popular. Pero ¿lo es realmente?

El gobierno no entra por ahí ¿Por qué? Pues seguramente porque piensan los que lo forman y los que lo mantienen que el "pegamento" no es ese. En tal caso que digan cuál es. O sea que digan cuál es la legitimidad de España. Podría no decirlo si la cuestión no estuviera planteada. Pero lo está.

La situación es que quien lo sabe no lo dice. Y se devana uno los sesos tratando de encontrar la solución del enigma ¿Cuál será el "pegamento" nacional para el gobierno y los suyos? ¿La Corona? ¿la fuerza de las fuerzas armadas? ¿el poder de los poderes fácticos, que tampoco está muy claro qué es eso? 

Se tendría que debatir amplia  y lealmente el alcance que tendría la independencia para Cataluña. Sopesar las ventajas y los inconvenientes previsibles. Y no es solo cuestión de números, de fríos intereses, sino también de sentimientos, de afectos. Porque lo que más me jode a mí de todo esto es el desafecto de los nacionalistas catalanes ¿por qué les incomoda tanto ser paisanos míos?

En mi modesta opinión, y supongo que en la de mucha gente, si se hiciera en breve una consulta, la adecuada, a escala nacional supongo, o la que se determinara legítimamente, la voluntad mayoritaria sería que Cataluña siguiera formando parte de España. Porque seguramente hoy tan solo una parte de los partidarios del referéndum es independentista. La otra parte quiere que pregunten para contestar que desea la continuación de Cataluña en España.

Los catalanes que desean la continuidad de Cataluña en España ¿por qué piden el referéndum? Pues porque son partidarios de que la legitimidad de España sea la voluntad popular, y quieren que eso quede meridianamente claro. 

Pero el gobierno de este país y los que lo sostienen, no son partidarios de la claridad. Prefieren la oscuridad. Y este oscurantismo es el que nos perturba. Dejar pudrir el tema tan solo lleva a que la parte independentista vaya creciendo a expensas de la otra y que la acritud y el desencuentro vayan aumentando. Y además puede acarrear los resultados más indeseables y descubrir lo peor: que lo que nos unen son manos de hierro con guantes de seda. Y que el "pegamento" consista en que en cualquier momento puedan empezar a "pegar" guantazos sin miramientos.



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