Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 2 de septiembre de 2007

Salirse por la horizontal.

Este es el dibujo del Salterio destinado a este post que está dedicado a Marisa que aunque nunca comenta nada está al loro de lo que aquí se guisa. LA FUENTE DE ESCHER.

La piscina de nuestros desvelos tiene una peculiaridad: una fuente que arroja agua sobre ella.

Inicialmente se trataría tan sólo de dejar sin poner cuatro losetas de 40x40 formando un cuadrado y dejar un canalillo de unos dos metros y de doce centímetros de ancho. En el centro del cuadrado una bola azul de cerámica de unos 30 cm. de diámetro. En la piscina dejaron una toma extra que conduce agua por un tubo al que hay conectada una bomba con otro tubo que la lleva a la fuente por dentro de la bola saliendo por un agujero, resbalando por la superficie y cayendo al cuadrado y de este, por el canalillo, a la piscina. Esta es la teórica.

A pesar de nuestra insistencia, ya que nos pareció siempre –como así ha sido- que es lo que le daría gracia al asunto, los albañiles nunca tomaron en serio el tema de la fuente y la obra avanzaba sin que le hicieran caso. Cuando ya estaba puesto todo el suelo y habían dejado el cuadrado con el tubo correspondiente aún no habían hecho el canalillo. Cuando por fin lo hicieron ¡la pendiente estaba al revés!

Eso era debido a que, además del desinterés y la falta de previsión, las piscinas tienen el borde inclinado para que no le entre el agua que pudiera correr por el suelo. Más aún en esta que no tiene un reborde, sino que empieza el vaso donde termina el enlosado ¡Qué horror! No es que el agua del canalillo corriera al revés ¡es que no corría! y se salía por el lado contrario del debido.

¡A ver qué hacemos! Pusimos un reborde a la fuente y al canalillo con tiras de las mismas losas. Tampoco conseguíamos ganar la partida, tan solo empatar, y empatando se pierde. Todo lo que habíamos logrado alcanzar fue la horizontalidad.

Por otra parte los bordes nos habían obligado a salir de la estética minimalista para entrar en una francamente musulmana. Esto no es propiamente un inconveniente porque el islamismo y la fontanería se llevan estupendamente.

Venga a raspar y a raspar pero es imposible lograr pendiente alguna. La única solución es elevar unos milímetros el brocal de la fuente en el punto crítico para que no rebose por allí. Para la salida del agua no hay problema porque empujada por la bombeada encuentra el camino por la horizontal.

El resultado es que tenemos una Fuente de Escher, pero no dibujada, como la de la versión simplificada que muestro, sino de verdad, ya que debido a la inclinación del suelo, que se supone horizontal, el agua parece que sube.


“¡Ya veo el truco! -me diréis- porque si el suelo tiene pendiente inversa a la conveniente a la fuente, el canalillo no, que junto a la piscina será muy profundo”. Y efectivamente, mira uno dentro del canalillo y ve una pronunciada inclinación hacia la piscina “¡por ahí el agua tiene que bajar que se mata!“ ¡¡pues no!! Ese es el verdadero “efecto Escher”, lo que parece inclinado es horizontal y el agua que debería estar quieta corre, como dije, a empujones.



P.D. Estas no son las únicas bola azul y fuente que tenemos. De las otras hablaremos otro día.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Venga, venga!! Que ya se acabaron las vacaciones...

Viva la vuelta al Salterio!!!!

Y el verano que viene... piscina salteria!!

Anónimo dijo...

Para que luego te digan (con la fuente como con los cuadros) aquello de "¡qué fácil, eso lo hago yo!"

Saltes dijo...

¡Nada del año que viene Anaïs!
¡¡Ahora!! que el veranillo del membrillo está que arde. Te espero este fin de semana.

El Salterio está en cuarentena porque el armamento está petado ¡a ver si salimos del atasco!

Un beso.

Isa: que el minimalismo no se acaba de apreciar... Seguimos en la cultura del mogollón.

Un beso.